El recorrido del Punche de Oro termina en las ruinas de Veracruz, que están custodiadas por una anciana centenaria.
-Aquí cerca, en Subtiava, hay un inmenso tesoro enterrado y el espíritu de ese tesoro sale por las noches. Nadie ha logrado atraparlo. El Punche brilla como el oro y sus ojos son como diamantes de fuego, yo lo he visto -asegura la guardiana de ruinas-. Los que lo han intentado perdieron el conocimiento apenas se acercaron. El día que agarren al Punche de Oro van a desencantar al cacique de Anáhuac.
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