Si mi infancia no hubiese estado tan grata y profundamente marcada por aquellas sesiones dobles que con tanto entusiasmo veíamos los chavales de mi edad cada domingo, tal vez mi postura no sería tan crítica. Y no digo que sea necesaria una sala a todo lujo, no, con una de esos cinematógrafos sencillos pero llenos de encanto que García Márquez rescató para su famoso Macondo hubiese sido suficiente. La infancia, estoy convencido, ha de estar tutelada por el séptimo arte, ese truhán que sabe sacar a flote el niño que hay en cada uno de nosotros, grandes o chicos.
La entrada El cine y la infancia aparece primero en Narrativa Breve (Blog de recursos literarios).